:-(

Mi hada madrina
Ha pasado a verme
Quería que sonría
Deseaba que baile
Me pedía que cante
Pero yo estaba
Tan cansada
Que a penas
Si le hice caso.
Se sintió frustrada
Y me mandó a la cama
Pero ahora en la cama
No logro dormir
Porque no he sonreído
No he bailado
Y no he cantado
Y esa
Esa no soy yo.
Yo tengo corazón.

Poesia rabiosa, celosa, y de niña caprichosa

Te podría escribir
El mas lindo poema
Con soles, con lunas
Con sirenas
Y amores.
Podría
Decirte que me pones
Rabiosa, celosa
Y de mil humores
Si a otras escribes
Si a otras seduces
Pero todo eso tu lo sabes
LA que no sabe nunca nada
De todo lo que tu sientes
Es bien ella
La que escribe
La que piensa
Y de mil palabras te cubre.

Jugando al scrable

Vi una O
Y escribí ola
En mi bolsillo me quedaba una T
Y en seguida pensé en ti
Encontré una E
Y te escuché
Tropecé con un R
Y me dio risa
Apareció entonces la C
y mi Corazón latió
Y la E en doblón me emocionó
Silencio dijo la S que salió de la bolsa
Dando vueltas
Piruetas de complicidad de esas letras
Que se escaparon en una Nube Verde.

Dejar...

Deja hablar el viento
Deja que te traiga palabras
que te hagan diferente
Que te hagan ser único
Deja hablar al viento
Que tiene mucho que decirte.

códigos únicos

Cuerpo a cuerpo
Bailan entrelazados los amantes tangueros
Sin tristezas ni melancolías
Porque llevan en ellos
Los códigos
Que dan el ritmo a cada paso
…el de sus vidas.

Deseos

Quisiera
Me gustaría

Me encantaría


ADORARIA

Darle cuerda a tu vida…

cuando la brisa vuelve

AMBOS
Encuentran
Olas
VientoS
Y playas de caracolas
JUNTOS
Las empujan
Los soplan
Y las recogen.
Ambos existen juntos
Entre mar, playa y arena.

cuando el calor inunda el alma... con sabor celos

Algunas veces
Todo llega de golpe
Como un calor que inunda el alma
Una idea… algunas palabras
Que se alborotan
Y suben con fuerza
Y empujan
Y te elevan
Antes que te des cuenta.
Y como una ola enloquecida
Te dejas llevar por el mar
Y te carcome el agua
En un murmullo silencioso.
Que carraspea el viento
Nombrándome.

Poder y querer

¿Puedo contar contigo
Y saber que me aprecias?
¿Escuchar lo que escuchas
Ver lo que ves
Y sentir lo que sientes?
¿puedo?
¿me dejas?
¿Puedo pensar que
No es un sueño?
¿puedo estar tranquila
Y reír y llorar de alegría?
¿Respirar hondo
Poner mi música a fondo
Y estar tranquila?
¿puedo?
¿puedo escuchar el canto de las olas
Y las palabras dulces que me trae el viento?

Quizás…
Si me lo permites
Por el momento
Cierro los ojos e intento…

solito en la puerta

Pobre el gatito olvidado que espera delante de la puerta, quién se lo ha olvidado, quién lo ha dejado afuera.
Espera tranquilo y triste, que su ama o amo; se acuerde que fuera ha quedado.
Y piensa que en este momento
Ya todos lo han olvidado.
Y espera sin maullar
La palabrita dulce
Que lo llame
La palabrita fina
Que lo haga sentirse querido.
Antes que la noche caiga sobre el mundo.
Sobre su pequeño universo de gatito adorado.
Pero hoy olvidado.


Y viendo este cuadro me acordé de esta canción de Roberto Carlos.
"El gato que está triste y azul,
nunca se olvida que fuiste mía,
más siempre serás en mi mirar
lágrima clara de primavera"

historias

Todos deberíamos tener una historia
Una historia de esas que supera
Todas aquellas escritas en los libros
Historias declaradas sin miedo
Con la fuerza de un nombre

historias secretas o vividas
Epopeyas nuestras
Marcadas con huellas y picaduras de celos.
Todos deberíamos tener historias de amor
Que hacen reír, que hacen llorar de emoción.
Con versos e ilusiones
Con putos y comas y con signos de interrogación.
Me quedo con ella
La que tu yo escribimos enredándonos
En rayitos de sol y paseos en bosques encantados.
De todas las historias, me quedo con tu nombre
Secreto y conquistado.
Secreto y adorado.
De todas las historias
Elijo la nuestra.

Lunes

No sé como explicarlo, pero a veces
Los lunes por las mañanas
Con sueño y sin ganas
Me faltan los adjetivos para
Describir lo que siento.
Me basta entonces con decirme
Que la gramática del día
Seguirá las reglas de mi alma.
A veces los lunes por la mañana
No hay diccionario que me dé la palabra
Para describir lo que siento.
Entonces me conformo
Con rimar mi café bien caliente
Con el beso que me quema aun los labios
Luego me pongo el abrigo
Respiro hondo , me miro al espejo
Y no me olvido de cerrar la puerta con llave.

Decepciones

Desde allí viene, del caos,
De la sociedad del que dirán
Viene de muy lejos
Del aquel lugar donde todos son un numero
Donde los gurises son pibes
Y las gurisas pibas.
Desde allí viene
Vuelve a buscar lo que es suyo
Para que no le falte el rio
Para que no le falte el mate
Para que no le falte el pasto
Vuelve buscando la promesa
De la tierra de muchas fases
Ah peón que quiso conocer la capital
Restaurantes de menú complicados
Restaurantes de traje y corbata.
Donde las chicas son monas de artificios.
Y los apellidos llevan muchas kas.
Soñó con un techo de tejas doradas
Y tuvo que dormir en la vía.
Con el tazo herrumbrado humeando una sopita.
Vuelve, y surgen en su memoria
Las chapas, la choza, el techo del ranchito
Vuelve ya sin corbata en el cuello
Con pañuelo y bombacha
Con cuchillo en la cadera,
Y muchas ganas de tomar unos mates.
Oye el canto del campo
Oye los ombúes narrar las historias
De trenes que ya no pasan por las vías abandonadas
De vacas que ya no dan leche cremosa
De carneadas prohibidas.
Vuelve y piensa
“Dije que no volvería”
“Veo que ya no es como antes”
Quién diría que el campo perdió su encanto
Pero el ombú y el jacarandá le dicen
“Bótale amigo y el verde volverá.”
“Bótale de una vez”
La tanda no será fácil
El peón se arremanga la camisa
Vuelve a buscar lo que es suyo.
Mira, piensa y dice
¡Ah con que armas lucharé!

Palabras que tenia que utilizar

Falte ex ah ves bótale caos menú soñó sopita surgen dije mona Kas vía piba fases saben ah peón cuello tazo tanda diría su techo deje veo oye narrar

Recuerdos

En el jardín de la casa de mis padres había una higuera, se cuenta que es un árbol que atrae los espíritus y por las noches rondan los fantasmas debajo de él, pero a mi nunca me dio miedo, aunque la verdad no recuerdo haberme puesto en expedición en horas poco católicas para comer algún higo y confirmar dichas habladurías.
Nunca me gustaron los higos al natural, pero esa higuera por mas que esperábamos y esperábamos nunca dio muchos higos.
Cuando íbamos con mi abuela a la colonia, a las casas de las tías y traíamos canastas llenas de higos blanco y negros. Sólo tenía que esperar que mamá preparara los higos negros en almíbar para deleitarme , o que hiciera una mermelada para untar en ese exquisito pan casero que solía hacer también en esas ocasiones.
Había que esperar el verano par saborear el dulce especial de esa fruta con sonrisa de chicharras y calores sofocantes.
Los objetos cobran dimensiones imaginables a través del tiempo; el recuerdo de esos higos es para mi algo tan emocionante y tan exquisito.
Antes de irme para navidad siempre preparo una lista de lo que deseo comer. Nunca me faltan los higos, pero en diciembre, como dice mi mama todavía no están maduros “ia”, así que de año a año los congela y los prepara para que cuando llegue estén listos para servírmelos con una crema chantilly para chuparse los dedos.

Un verano hace muchos años tuve la suerte de quedarme unas cinco semanas allí y pude asistir a la fabricación, mi madre me hizo muchos kilos para que me trajera. Llegando a la aduana en Madrid, pues no me dejaron pasar y me hicieron muchas preguntas, el aduanero, serio me preguntaba que eran esos frascos cubiertos y atados, yo divertida y casi muerta de risa, le dije, “ya sabe como son las mamá, me ha puesto higos en almíbar”. El aduanero se rió mucho y dijo qué suerte que tienes y me dejó pasar.

El año pasado mi mamá se puso de vuelta a fabricarme tantos, tantos frasquitos que le dije pero no ma’, tengo que cuidar mi silueta con tanto higo voy a engordar.
Preparé dos frasquitos, como sé hacerlo conociendo el maltrato que dan a las valija. Viajamos como siempre tranquilos.
Llegando a casa no tuve tiempo de abrir enseguida, al día siguiente, mejor dicho horas después de nuestro aterrizaje teníamos que trabajar, luego del día difícil de labor con las horas de diferencia, llegué a casa y me puse con mucha nostalgia a abrir mis queridas maletas. Mi mamá me había puesto una sorpresita en una de ellas dos frascos más de higos pero no los había cubierto como yo, resultado cinco coladas y una maleta al basurero.
El tiempo pasa pero recuerdos así quedan gravados en la memoria y con solo cerrar los ojos puedo oler y sentir la textura del higo, aunque Proust diga que “no se puede poner en la realidad los cuadros de la memoria”; se pueden vivirlos mentalmente
Y que bueno es comerse unos higos aunque sea con los ojos.
“Por eso,
cada vez que yo paso a su lado
digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento:
"Es la higuera el mas bello
de los árboles todos del huerto".

Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡Que dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!” Juana de ibarbourou

instantes

Una flor que se abre
Un pajarito que canta
Gotitas de agua
Que se transforman
En caricias suaves
Sobre una hoja
Que vuela
Con el suspiro del viento
Para posarse
Lentamente

arbol

Arbol te miro
Y Como te admiro
Incluso
te dibujo.
Con mis manos
Inseguras.
Solitario
Testigo
De mi nueva
Aventura.

Perdida

Me hundí en un lugar sin luz
Lleno de ruidos oscuros
Pero sentí tu presencia
Y fue un alivio.
Estabas ahí del otro lado
Esperando y comprendiendo
Gracias.